El proyecto Riquezas de Nuestro Sur: Rincones a descubrir sigue su trayecto, esta vez adentrándonos en el Municipio de Arico.
El nombre del municipio procede del término español ‘aricar’, que tiene el sentido de «arar muy superficialmente», y está vinculado a su pasado agrícola. Arico es el segundo municipio más extenso de Tenerife, dividido en dos agrupaciones urbanas, Arico Viejo y Arico Nuevo, y a su vez divididas en núcleos de menor entidad: entre las zonas de medianías la capital municipal de La Villa de Arico, las zonas de La Cisnera, Los Gavilanes, Icor y el Río, y entre sus núcleos costeros se encuentran el Porís de Abona y San Miguel de Tajao.
En sus medianías aguardan rincones que reúnen valiosísimas muestras de la arquitectura tradicional canaria y su patrimonio histórico cultural se ve envuelto en algunos edificios dedicados al culto.
En la Villa de Arico, popularmente conocida como “El Lomo de Arico” se construyeron diversas viviendas antiguas que hoy conforman un casco histórico de gran interés. Su economía está basada en la agricultura siendo los cultivos de papas y de frutas exóticas, como la pitaya. No olvidarnos de la posibilidad de disfrutar de la cultura vitivinícola con denominación de origen.
Arico el Nuevo, declarado Conjunto Histórico, cuenta con numerosas casonas antiguas alineadas que datan de los siglos XVIII al XIX. En su arquitectura y espacios públicos abunda la piedra chasnera, las fachadas sobrias de singular carpintería y otros elementos tradicionales típicos del municipio.
En su territorio se ubican el Monumento Natural de la Montaña Centinela y el Sitio de Interés Científico del Tabaibal del Porís, así como parte del Parque Natural de la Corona Forestal, sumándoles las Zonas de Especial Conservación denominadas Barranco de las Hiedras – El Cedro, Barranco Madre del Agua y Barranco de Icor.
